Con esa sonrisa en la cara se acercó a mi una señora toda vez que había terminado mi conferencia para las Mujeres. Una empresa importante de tequila me contrató para dar una charla motivacional sobre el valor de la mujer en la vida personal y profesional y que aparte de motivadora, les brindó reflexiones y herramientas de aplicación.
La señora me dijo: “Muchas gracias, hoy aprendí muchas cosas que voy a poner en práctica porque no había pensado sobre ellas y me voy muy contenta y motivada”. Y por si no fuera poco, agregó una frase de esas que valen cada palabra: “Dios lo bendiga”. Como expositor, la alegría de saber que la conferencia que preparé con pasión y con el objetivo claro de empoderar a esas mujeres tan talentosas; había logrado su propósito es lo mejor que puede suceder. Colaborar en esa trascendencia hacia las personas es un privilegio.
Una conferencia motivacional viene a ser un evento que define el inicio de algo importante, se vuelve un parteaguas. La gente recuerda a partir de determinada charla, un cambio en la organización, algo que empezó a hacerse diferente en forma positiva o algún evento de reconocimiento. Ese punto en el tiempo es muy importante para la gente que colabora en una organización.
También tiene la ventaja de que en poco tiempo (una hora) se puede dejar un mensaje contundente al público, algo que los sacuda, que les enseñe formas diferentes de hacer las cosas y de abordar determinadas situaciones. Son eventos que tienen un poder alto porque en corto tiempo dan un mensaje poderoso.
Además, las conferencias motivacionales logran que los participantes experimenten una sensación placentera durante el evento, por lo que al vivirlas y recordarlas posteriormente; hay una serie de sentimientos positivos en las personas que asisten como público.
Los clientes me buscan diciendo que requieren motivar a su personal emocionarlos, hacerlos sentir cosas importantes y eso sin duda alguna es lo que una conferencia motivacional logra. Me gusta prepararlas a la medida, con elementos de sustento y además que resulten divertidas. Las personas queremos aprender al mismo tiempo que la pasamos bien. Por eso me gusta mucho equilibrar mis charlas con esos dos elementos importantes.
Puedes ver mi charla TEDx, “El talk show que no encuentras en Google”, y te darás cuenta de que en poco tiempo se inspira a la acción, que se puede dejar un mensaje poderoso y positivo que ayude a la audiencia a vivir más feliz. Me siento orgulloso de poder sumar a que la gente se desarrolle y al mismo tiempo, pueda trabajar haciendo lo que más me gusta.
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