Muchas cosas sin duda que podemos aprender de ese trabajo en equipo que nos emociona cada cuatro años en uno de los eventos deportivos más grandes del planeta.
Una cosa que destaca es que en todos los deportes existe el trabajo en equipo. Muy evidente en los deportes de conjunto como el fútbol, voleibol o baloncesto pero también es indispensable en aquellas disciplinas como maratón o tiro con arco entre tantos otros deportes donde solo participa un competidor y eso es porque tiene un coach y un equipo que trabaja con él/ella. En todos se necesita de entrenadores, preparadores físicos, utileros, psicólogos, etc. donde todos y cada uno de ellos aportan al trabajo de el o los deportistas que están en la competición. La medalla es de todos, por ese gran trabajo que hacen no solo el día del evento sino durante muchos años para conseguir una meta final y la gloria olímpica.

También nos enseñan lo que significa el trabajo en equipo que en gran medida consiste en la disciplina y la constancia, en mantenerse a pesar de las adversidades; puesto que como espectadores podemos ver el evento de competencia pero no nos damos cuenta de todo lo que vivieron en el día a día de sus entrenamientos. Es algo que vale la pena que apliquemos en nuestra vida, a veces nos aferramos a resultados inmediatos pero no visualizamos metas a mediano y largo plazo. Estos atletas y equipos han mantenido sus sueños durante mucho tiempo y han trabajado para conseguirlos.
Vemos que los equipos portan un uniforme que representa a un país y lo hacen con mucho orgullo. Creo que todos debemos hacer lo mismo cuando salimos a trabajar, a estudiar y en general a interactuar con otros. Representamos a una nación y debemos hacerlo con toda la entrega y el orgullo así como lo hacen los atletas en cada entrenamiento y en cada competencia.

Considero que una de las cosas por las que los juegos olímpicos nos emocionan tanto es por ver cómo otros seres humanos logran sus metas y la felicidad que viven al momento de conseguirlas. ¿Qué pasaría si fuera al revés?, si los que vieran nuestras vidas en el trabajo fueran esos atletas y observaran a nuestro equipo de la oficina o de la fábrica trabajar día a día y lograr los objetivos trazados, estoy seguro de que también se enorgullecerían y alegrarían por nosotros.
Finalmente todos somos un mismo país, un equipo.
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